Edmundo Meouchi un hombre poseedor de una cultura universal fue
apasionado del teatro y también incursionó como crítico teatral, sus
comentarios al respecto fueron publicadospor revistas especializadas de
espectáculos; sus críticas al respecto los firma bajo el seudónimo de
"YEL". Su sensibilidadpor el lenguaje y su permanente deseo de
expresar sus ideas, sentimientos p , pensamientos y emociones lo llevaron a
incursionar en la poesía y por supuesto, ocupó un lugar destacado como orador.
Como articulista, todos sus mensajes fueron identificados y firmadosplenamente,
como editorialista de un diario acepta el anonimato y grata labor de difundir
ideas, sembrar doctrinas, dar forma a tesis políticos, socialesy económicas a
nombre de una empresa, sin importarle el brillo de su nombre.
Su compromiso como católico lo lleva a
constituirse en pionero de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC) y,
su interés por los jóvenes, a ejercer la docencia en el Colegio Tepeyac y en el
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), lugar donde imparte las
cátedras de Historia, Sociología y Responsabilidad Social de la Empresa.
Edmundo de Meouchi y su prometida |
Este interés por participar en la formación
de las nuevas generaciones lo lleva a integrarse a la Confederación Patronal de
la República Mexicana (COPARMEX), donde asumió la tarea de formar a los
elementos de las empresas afiliadas en su papel de director técnico de la
citada Confederación. Sus ideas, acciones y trabajos siempre estuvieron orientados
a "humanizar a la empresa, a partir de las ideas y principios delderecho
natural, de la filosofía perenne y de la doctrina social cristiana, su labor lo
llevó a ser considerado como un "ideólogo" del sector empresarial.
Fue también, miembro fundador del Consejo
Coordinador Empresa rial (CCE) y consejero del mismo. Su labor como director
técnico de COPARMEX le permitió llevar sus ideas a multitud de personas, como
conferenciante oficial y permanente de este organismo.
Dentro de este cargo asistió al Seminario
Especial para Dirigentes Sindicalistas Mexicanos del Instituto de Estudios
sobre la U.R.S.S., que tuvo lugar en Munich, en la República Federal de
Alemania, en el año de 1962.
Su participación en este organismo se
extendió por 18 años, un gran tiempo, pero corto para sus aspiraciones y
anhelos, que fueron truncados por un infarto que sufrió en el desarrollo de una
conferencia que daba a los ejecutivos del Grupo VISA, en los Estados Unidos, y
que finalmente produjo su deceso.
Por su origen y labor destacada fue nombrado
presidente de la Colonia Maronita en México, labor que desempeñó con el mismo
celo e interés que ponía en todo lo que se le encomendaba. Asimismo, formó
reunía en la calle de parte del grupo de intelectuales y estudiosos que se
reunían en la calle de Cuba 88, aunque no le gustó que se le considerase como
intelectual.
En el terreno familiar fue un padre y esposo
ejemplar de la señoraMaria Luisa LahudMarrawi
con quien procreó siete hijos, a los cuales formó con su ejemplo y bajo
sus principios de católico fiel y hombre que anhelaba la rectitud en todos los
órdenes y en todas las situaciones.
Edmundo de Meouchi y su padrino José Vasconcelos el día de su boda civil |
Los que lo conocieron y trataron lo califican
como un hombre íntegro para el cual no había medias tintas. Entre los conceptos
que regían su actuar, citamos lo que en él era frecuente mencionar: "Se
era o no se era", "Se actuaba como se pensaba, o se terminaría
pensando como se actuaba", estas palabras nos revelan su verticalidad y
congruencia entre el decir y el hacer. Era congruente y exigía congruencia.
Por su labor, su honestidad y su conducta
permanente se le calificó como“gigante de la cultura y de la virtud".
"Fue todo un señor hombre, que nunca
conoció la mediocridad, sino siempre se definió"; "En un mundo donde
la mayoría de la gente se doblega por comodidad o por necesidad, encontrar a
Edmundo era llegar a un oasis de honestidad", fueron algunas de las
opiniones que se emitieron cuando su vida terrenal terminó.
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